viernes, 12 de julio de 2013

Sin quererlo,me ayudaste.

Quizás haya estado bien
la decisión que tomaste,
pues no hubiese habido otra forma
para poder olvidarte.
Tu repudio me ha obligado
a hacer recuento y balance...
creyendo llegar a ahogarme
mi sangre se ha oxigenado.
Tus palabras fueron sal
y me abrasaron la herida,
la cuidé hasta curarla
y hoy,es cicatriz,no sangra.
Ya no soy mitad de nadie,
ya no eres tú mi mitad,
retomo mi propia entidad
y elevando al sol mi frente...
viviré mi libertad.

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